Alcaldías y políticos han llegado a prometerles soluciones, pero nada sucede. Mientras tanto vuelven a quedar incomunicados por el invierno.
Los residentes de Villa Leydi han quedado en espera de una promesa incumplida por parte de la administración anterior: la construcción de un puente que les brinde una vía de acceso digna y reduzca los tiempos de movilidad hacia otras zonas.
Gloria Gómez, líder de esta comunidad, expresa su frustración, señalando que durante el verano las personas podían cruzar por el afluente seco, pero con la llegada de las lluvias, ahora no tienen manera de hacerlo.
La falta de un puente deja a la comunidad aislada y afecta especialmente a estudiantes y residentes que necesitan desplazarse diariamente.
Ante esta difícil situación, un morador se ha visto obligado a improvisar una solución temporal: utilizando una balsa de madera, transporta a las personas de un lado a otro mientras el nivel del río lo permite. Sin embargo, con la llegada de más lluvias, esta alternativa se volverá inviable.
Los estudiantes y residentes en general se verán obligados a tomar caminos mucho más largos para ir a sus colegios, trabajos y realizar diligencias, lo que aumenta su tiempo de desplazamiento y dificulta su día a día.
Una vez más, la comunidad de Villa Leydi hace un llamado desesperado para que se les tome en cuenta y se les brinde una solución a este problema con la construcción de un puente peatonal.
“Esta no sería una tarea monumental para la alcaldía y significaría un gran alivio para los habitantes de este barrio de Gaira”, señala Gloria Gómez.
