La joven recibió con alegría a su pareja tras años separados. Días después, fue hallada sin vida en el apartamento que compartían en Florida.

En el video, Yannelis sonríe con el alma. Espera en el aeropuerto con globos en la mano, su mirada busca con ansiedad a ese hombre que amó a distancia durante más de seis años. Cuando lo ve, corre hacia él, lo abraza con fuerza y llora. Son lágrimas de felicidad. Cree que es el comienzo de la vida que siempre soñaron. Pero no sabía que también sería el principio del fin.

Menos de dos semanas después, Yannelis de la Caridad Casales Antón, una joven cubana de apenas 30 años, fue hallada sin vida en su apartamento en el este de Jacksonville, Florida. Su cuerpo, con múltiples heridas punzocortantes, yacía en el lugar que se suponía iba a ser su hogar, el mismo que compartía con Carlos Yordanis Aldana, el hombre que, paradójicamente, fue su gran amor… y su presunto asesino.

La historia comenzó mucho antes, en Cuba. Se conocieron, se enamoraron, y el destino los separó cuando él terminó en prisión. Pero Yannelis no lo olvidó. Trabajó duro, consiguió la forma de traerlo a Estados Unidos y hasta pagó parte del pasaje. Estaba decidida a darle una segunda oportunidad al amor. Ella ya tenía su vida relativamente estable: un empleo, amigos, y hasta un carro nuevo que recientemente había mostrado orgullosa en sus redes sociales.

La llegada de Carlos fue celebrada con alegría. El video de su reencuentro conmovió a familiares y amigos. “Parecían más felices que nunca”, dijeron algunos. Pero nadie imaginó que, tras esa postal de felicidad, se escondía una tormenta.

No está claro qué ocurrió en los días siguientes, pero algo se quebró. La convivencia, los celos, las discusiones, o quizás un pasado sin resolver, fueron apagando la luz que había iluminado su reencuentro. El 30 de marzo, la policía recibió una llamada alertando sobre un hombre herido en la vía pública. Era Carlos, sangrando por varias heridas. Un rastro lo conectó con el apartamento de Yannelis, donde la encontraron muerta. Él fue detenido y ahora enfrenta cargos por asesinato en segundo grado.

Familia está consternada

El padre de Yannelis, desde Cuba, expresó su dolor y su desconcierto. Quiere repatriar el cuerpo de su hija para despedirla en su tierra. Sus amigos y allegados han iniciado una campaña para ayudar con los gastos del funeral, mientras tratan de entender cómo una historia de amor se convirtió en una tragedia tan brutal.

La comunidad cubana en Jacksonville, y muchos migrantes en todo Estados Unidos, han sentido esta muerte como propia.

Yannelis quería empezar una nueva vida. No merecía que se la arrebataran. Porque nadie debería morir en manos de quien dice amar.