El mandatario distrital anunció en Garagoa la construcción de 1.000 casas sin costo para familias de escasos recursos. Las primeras 250 se edificarán en este sector.

El alcalde de Santa Marta, Carlos Pinedo Cuello, anunció un ambicioso proyecto de vivienda social: la construcción y entrega gratuita de 1.000 casas para las familias más vulnerables de la ciudad.

El anuncio lo hizo durante la más reciente jornada de Alcaldía al Barrio, llevada a cabo en Garagoa, donde también reveló que las primeras 250 viviendas se construirán en ese sector del nororiente samario.

«Venimos a traer soluciones reales», aseguró el mandatario mientras la comunidad reaccionaba con aplausos.

«Aquí iniciaremos la recuperación del predio donde construiremos las primeras casas gratuitas para quienes más lo necesitan. Con este programa vamos a cerrar brechas sociales que han existido por décadas en nuestra ciudad».

El acceso a vivienda digna ha sido una de las mayores dificultades para cientos de familias en Santa Marta, especialmente en barrios periféricos como Garagoa. En este sector, donde muchas personas habitan en casas improvisadas de madera y zinc, el anuncio del alcalde fue recibido con optimismo, aunque también con cautela.

«Ojalá esta vez sí se haga realidad. Llevamos años esperando algo así», expresó Damaris Orozco, residente del barrio.

La jornada estuvo marcada por múltiples entregas y beneficios para la comunidad. Niños y jóvenes recibieron becas para estudios superiores, portátiles, bicicletas y kits escolares. Además, se distribuyeron 1.4 toneladas de arroz fortificado a más de 200 familias.

Junto con el programa de vivienda, el alcalde también anunció inversiones en infraestructura vial y saneamiento básico. Entre ellas, la mejora de la vía principal de acceso a Garagoa y la ejecución del Plan de Choque para mejorar el suministro de agua potable, con la construcción de la Planta El Curval y la optimización de redes.

El reto ahora es convertir las promesas en hechos. La expectativa en Garagoa es alta, pero la comunidad espera que las viviendas no se queden en discursos. «Confiamos en que esta vez sí nos cumplan», dijo un vecino.