Fue un ataque despiadado. La víctima, un hombre trabajador y respetado en la zona, fue asesinada con furia. Aún no hay capturados y la comunidad exige respuestas.

La madrugada del lunes se convirtió en una escena de horror en el sector de la Playa en Ciénaga. Fredy Jesús Torres Barrios, un veterano vigilante de 63 años, no apareció como de costumbre para saludar a los vecinos. Quienes lo conocían sabían que siempre estaba atento, madrugaba a revisar su cabaña y nunca dejaba de hacer sus rondas nocturnas. Pero esa mañana, su silencio fue la primera señal de que algo andaba mal.

Algunos vecinos decidieron asomarse a la cabaña que cuidaba, ubicada sobre la Troncal del Caribe. La puerta entreabierta y la ausencia de respuesta ante los llamados encendieron las alarmas. Lo que encontraron al cruzar el umbral los dejó sin palabras: el cuerpo sin vida de Fredy yacía en el suelo con una espantosa herida de machete en la cabeza.

La escena era brutal. No había signos de forcejeo ni de robo evidente, solo la violencia despiadada reflejada en su cuerpo. Quien lo mató lo hizo con sevicia, con rabia, como si hubiese querido borrar su existencia de la manera más cruel posible.

Un crimen que sacude a Ciénaga
Con el paso de las horas, el rumor de su asesinato se esparció como pólvora entre Ciénaga y Puebloviejo. Nadie podía entender quién querría hacerle tanto daño a un hombre que solo cumplía con su trabajo.

Las autoridades llegaron al sitio y, tras acordonar la zona, iniciaron las primeras pesquisas. Se habló de un ataque premeditado, de un posible ajuste de cuentas, pero nada estaba claro. Las hipótesis iban y venían, mientras el miedo comenzaba a instalarse entre quienes lo conocieron.

«Era un hombre trabajador, no se metía con nadie», decía un vecino, aún en shock por la noticia. «Esto fue con odio, con rabia. No merecía morir así».

La comunidad, indignada y aterrorizada, exige respuestas. La inseguridad en la zona ha aumentado en los últimos meses, y la brutalidad del crimen de Fredy es una evidencia más de que la violencia acecha en cada rincón.

Un pedido de justicia
El asesinato de Fredy Jesús Torres Barrios no puede quedar en el olvido. Sus vecinos piden a las autoridades una investigación rápida y efectiva, que no se convierta en otro caso archivado en la impunidad.

El veterano celador, que dedicó su vida a proteger, murió de la forma más despiadada. Y ahora, en Ciénaga, todos se preguntan: ¿Quién lo mató y por qué con tanta furia?