El conductor del vehículo de carga huyó y es buscado por las autoridades.

José Gabriel Escorcia Insignares realizó su última carrera como taxista sin imaginar que en su intento por brindar un gesto de cortesía a un pasajero, perdería la vida de manera trágica.

Era alrededor de las 4:30 a. m. cuando Escorcia detuvo su vehículo en la vía Cordialidad, a la altura del municipio de Malambo, para permitir que su pasajero descendiera con seguridad.

Como lo hacía siempre, se bajó del carro para abrirle la puerta. En cuestión de segundos, la fatalidad lo sorprendió: un camión blanco apareció a toda velocidad y lo embistió violentamente, lanzándolo 30 metros adelante.

El conductor del camión, en lugar de detenerse para socorrerlo, aceleró y huyó de la escena, dejando tras de sí el cuerpo de un hombre que, según sus allegados, siempre se preocupaba por el bienestar de los demás.

El estruendo del impacto alertó a otros conductores que transitaban por la vía. Algunos se detuvieron, pero ya era demasiado tarde. Escorcia murió en el acto. Minutos después, unidades de la Seccional de Tránsito y Transporte del Atlántico llegaron al lugar para realizar el levantamiento del cuerpo y recopilar pruebas que permitan identificar al responsable.

El dolor de la familia es inmenso. Entre lágrimas, la madre de la víctima suplicó justicia y pidió al conductor del camión que dé la cara. «Lo dejó tirado como si no fuera nada. Mi hijo tenía una familia, tenía hijos que ahora se quedan sin su papá», expresó con la voz entrecortada.

Amigos y compañeros de trabajo de Escorcia lo recuerdan como un hombre trabajador, responsable y generoso. En redes sociales, los mensajes de despedida y las exigencias de justicia se multiplican. «No merecía una muerte así. Solo estaba haciendo su trabajo, ayudando como siempre lo hacía», escribió uno de sus amigos.