Alias Corroncho, aparecía en el cartel de los más buscados en Barranquilla, se encontraba huyendo hasta que fue asesinado en Medellín.

Néstor Manuel Peña Chávez, alias «El Corroncho», uno de los delincuentes más buscados en el Caribe, fue asesinado en su vivienda del barrio San Bernardo, en la comuna Belén de Medellín.

El hombre de 43 años, recibió Dos impactos de bala en la cabeza y dos más en el abdomen lo que provocaron su muerte de inmediato.

El hecho, ocurrió la noche del pasado viernes 21 de febrero. La principal hipótesis sobre su muerte es que se trató de una venganza, ya que alias «El Corroncho» habría traicionado al Clan Vega Daza.

Según se especula, tuvo conflictos con Kike Vega Cuello, el patriarca de los Vega, quien no le pagó por la venta de dos carros.

Como consecuencia, Peña Chávez habría vendido información a sus enemigos, como la banda de Castor y La Negra Dominga, lo que facilitó el asesinato de Kike y sus hijos en un ataque ocurrido en junio de 2023 en su vivienda, ubicada en el barrio Villa Campestre de Barranquilla.

Néstor Manuel Peña, era oriundo de Montería, tuvo un pasado vinculado a los grupos paramilitares de Carlos Castaño. Siendo muy joven, fue escolta de Jorge Luis Hernández, alias Boliche, socio de Salvatore Mancuso en el comercio de cocaína.

Su carrera criminal lo llevó a huir de Montería en 2010, tras quedar atrapado en medio de la guerra entre ‘Paisas’ y ‘Urabeños’.

A su llegada a Barranquilla, trabajó inicialmente en un local de San Andresito, vendiendo perfumes, donde conoció a Roberto Carlos Vega Daza, a quien con el tiempo logró ganarse la confianza y se integró al clan de los Vega Daza, convirtiéndose en uno de sus sicarios más temidos.

A pesar de sus conexiones, la traición a la familia Vega Daza lo llevó a su caída. Desde hacía varios meses, «El Corroncho» vivía huyendo debido a amenazas de otras bandas, hasta que finalmente fue alcanzado.

Uno de sus últimos encargos era transportar droga hacia Santa Marta y sus alrededores.

La venganza contra «El Corroncho» cierra un capítulo más en la violenta historia del Clan Vega Daza, cuyos miembros han sido blanco de represalias por su poder en el narcotráfico, extorsión y sicariato.