Buscarán establecer las circunstancias en las que se dio su desaparición cuando manejaban una moto acuática.

La Dirección General Marítima, a través de la Capitanía de Puerto de Santa Marta, informó que dio inicio formal a la investigación del caso en el que desaparecieron una niña de nueve años y su tío de 43 años de edad en el mar de El Rodadero.

Las autoridades buscarán establecer las condiciones técnicas de la moto acuática que conducían y al mismo tiempo establecer si hubo o no imprudencia por parte de César Rojas, quien manejaba el vehículo que, según la versión que se conoció fue volcado por la fuerza de las olas.

Dentro de las pesquisas también se evaluará la manera como actuaron los prestadores de servicio turístico, que alquilaron el Jet Sky. Lo anterior teniendo en cuenta que se presume hubo una tardanza en el aviso sobre la novedad que sufrieron las dos personas en el agua.

La justificación del personal que atendió inicialmente el caso, indica que lo primero que se hizo fue realizar una búsqueda por parte de ellos en la zona y al no tener rastros del paradero de la pequeña Mía Londoño y su tío César Rojas, fue reportado poco después de una hora a las autoridades en tierra.

Cabe indicar que a raíz de esta situación, César Rojas relata que tuvieron que pasar la noche nadando y flotando en el agua a la espera de ser rescatados.

Precisan que una ola los golpeó y derribó del vehículo, lo que obligó al adulto a usar todas sus fuerzas en salvar la vida de la menor. En ese intento fueron perdiendo de vista la moto acuática que terminó arrastrada por la corriente marina.

En el testimonio señalaron que durante la noche vieron pasar embarcaciones que adelantaban su búsqueda; sin embargo, a pesar de sus gritos no fueron divisados.

Solo hasta la madrugada, el pescador Jorge Núñez que se encontraba realizando su faena los vio y de inmediato acudió a su rescate. Milagrosamente ambos todavía estaban en buenas condiciones a pesar de la noche terrible que pasaron en medio de la nada.

Lo que sucedió a ambos, fue un verdadero milagro señalan expertos en primeros auxilios, pues por la cantidad de horas en el agua pudieron sufrir deshidratación, calambres u otros padecimientos físicos que complicarían su permanencia en el mar. Afortunadamente nada de eso sucedió y ambos volvieron a la orilla sanos y salvos.

En ese sentido, la investigación de la Dimar va dirigida a establecer responsabilidades y sanciones en caso que haya lugar.