
Así operan los grupos delincuenciales que tienen azotados los centros comerciales en Santa Marta
Los clientes se han convertido en presas fáciles de bandas organizadas que operan con inteligencia y violencia.
Santa Marta enfrenta una creciente ola de robos y violencia en sus principales centros comerciales. Lo que antes era un espacio de esparcimiento y compras, hoy se ha convertido en un coto de caza para bandas delincuenciales que estudian meticulosamente a sus víctimas, las marcan y las atacan en el momento preciso.
La escena de terror más reciente se vivió el pasado viernes en el Centro Comercial Buenavista. Alrededor de diez hombres armados desataron una balacera cinematográfica contra la seguridad de una empresa de valores.
El enfrentamiento dejó un vigilante herido y a un cliente impactado por una bala perdida. El caos se apoderó del lugar: gritos, desesperación y clientes buscando refugio en los pasillos.
La jornada terminó con un saldo preocupante: el miedo se apoderó de la ciudadanía y el comercio sufrió una caída en ventas durante el fin de semana.

«La gente tiene miedo»
Para comerciantes y ciudadanos, la situación es insostenible. «Los turistas al ver tantas noticias de robos en centros comerciales obviamente van a tener miedo de venir a realizar sus compras. La gente cada vez va a querer salir menos y preferirá comprar por internet. Las familias también van a cancelar sus planes de fin de semana. Las consecuencias económicas de esta inseguridad pueden ser devastadoras», advierte un comerciante del Ocean Mall, preocupado por el impacto de la delincuencia en sus ventas.
Según investigaciones de inteligencia de la Policía, estos grupos criminales están altamente organizados. Se componen de «campaneros», pistoleros y motorizados, quienes ejecutan los robos con precisión.
Un delincuente se infiltra en el centro comercial para seleccionar a la víctima y comunicar los detalles a sus cómplices en el exterior. Cuando la persona sale del establecimiento, ya tiene el destino marcado: el robo.
El caso más trágico de esta ola criminal ocurrió en 2024, cuando un comerciante cienaguero fue asesinado después de ser perseguido tras retirar una gran suma de dinero en un banco. Un atraco que terminó en tragedia y que evidenció la vulnerabilidad de quienes realizan transacciones bancarias en estos establecimientos.

Los mototaxistas, otra víctima del crimen
La inseguridad en los centros comerciales no solo afecta a los clientes y comerciantes. Los mototaxistas que operan en las inmediaciones han denunciado que están siendo extorsionados por presuntos integrantes de ‘Los Pachencas’, quienes les exigen $10.000 diarios para dejarlos trabajar.
«Si no pagamos, nos amenazan. Es una pesadilla», cuenta uno de los transportadores, temeroso de represalias.
Las autoridades reaccionan
El alcalde de Santa Marta, Carlos Pinedo Cuello, se pronunció en su cuenta de X (antes Twitter), asegurando que se adelantan investigaciones en conjunto con la Fiscalía y la Policía Judicial para dar con los responsables.
Anunció una reunión con la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), gerentes de los centros comerciales y autoridades locales para fortalecer la seguridad en estos espacios.
Además, se coordinará directamente con la Policía Metropolitana de Santa Marta para reforzar operativos y ejecutar estrategias de control.
Los ciudadanos claman que las medidas surtan resultados de forma rápida. «Necesitamos presencia policial constante, tecnología de seguridad avanzada y un plan real de protección. No queremos más víctimas», exige un trabajador de un local comercial del Buenavista.
PAUTE
AQUÍ
420 px x 450 px
INFO AQUÍ