3 mujeres a prisión por hacer cirugías estéticas clandestinas; a pacientes las dejaron con deformidades


La Fiscalía reveló una red de procedimientos estéticos clandestinos que dejó a más de 20 mujeres con deformidades, infecciones y secuelas permanentes. Las implicadas operaban sin títulos ni condiciones sanitarias, usando frascos de mayonesa y equipos oxidados.

Lo que parecía una oportunidad para cambiar de imagen terminó siendo una historia de terror. En Medellín, tres mujeres fueron enviadas a prisión luego de que las autoridades descubrieran que dirigían una red de cirugías estéticas ilegales, realizadas en lugares sin condiciones mínimas de higiene ni personal médico calificado.

Más de 20 víctimas terminaron con secuelas graves: infecciones, deformidades, dolores crónicos y traumas que marcaron sus vidas para siempre.

El operativo fue liderado por el CTI y la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, que tras varios meses de seguimiento allanaron los sitios donde funcionaban los supuestos “centros estéticos”. Lo que encontraron fue un panorama indignante: habitaciones adaptadas como quirófanos, mesas comunes usadas como camillas, frascos de mayonesa reutilizados para guardar biopolímeros, guantes lavados para ser usados nuevamente, y medicamentos vencidos junto a productos de limpieza.

Lo que dicen las autoridades

Según la Fiscalía, las tres mujeres —sin estudios médicos ni autorización sanitaria— ofrecían en redes sociales “promociones irresistibles” para atraer a jóvenes que soñaban con mejorar su apariencia.

Prometían resultados inmediatos, mostraban fotos editadas y ofrecían planes de pago cómodos. Detrás de esa fachada de belleza low cost, operaban un verdadero laboratorio del horror.

Las víctimas, la mayoría mujeres jóvenes, pagaban por liposucciones, aumento de glúteos o perfilado facial. Ninguna recibió anestesia adecuada ni cuidados postoperatorios. Algunas fueron dadas de alta apenas unas horas después, otras regresaron días después con fuertes infecciones y fiebre.

“Pensé que era un sitio profesional, tenía buena presentación en Instagram. Hoy tengo cicatrices y dolores que no me dejan dormir”, relató una de las afectadas que ahora busca reparación.

Las tres detenidas fueron imputadas por lesiones personales, ejercicio ilícito de actividad profesional y falsedad documental. Ninguna aceptó los cargos.

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Tras el escándalo, las autoridades advirtieron que estos procedimientos no solo son un delito, sino un riesgo real para la vida.

“El cuerpo no es un experimento ni una oferta de temporada. La salud no se negocia”, insistió un vocero de la Fiscalía.


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